Seis itinerarios para recorrer Irlanda en tren
Miércoles, 28 de agosto de 2024 .- Viajar en tren se ha convertido en una de las grandes tendencias turísticas de este 2024. Mezcla de viaje sostenible, cool y nostálgico, cada vez cuenta con más adeptos. También en Irlanda. Más allá de las conexiones ferroviarias entre las principales ciudades de la isla, existen cinco originales itinerarios que permiten al viajero descubrir una Irlanda diferente, menos turística quizás pero igualmente encantadora. Una Irlanda relajada y auténtica que puede disfrutarse sin necesidad de coche. Si eres de los que llevan mal lo de conducir por la izquierda o quieres viajar por Irlanda en clave slow, conectando más con el entorno y su paisaje, estos cinco recorridos en tren por la Isla Esmeralda son para ti.
Uno de los viajes en tren más bellos del mundo: desde Derry-Londonderry a Coleraine
Cuarenta minutos dura el trayecto en tren entre Derry-Londonderry y Coleraine, un recorrido que el escritor y actor Michael Palin describió como “uno de los viajes en tren más bellos del mundo”. El viaje en tren sigue la icónica Ruta Costera de la Calzada, una extraordinaria mezcla de formaciones geológicas, playas preciosas y escarpados acantilados. Los wows en esta zona de Irlanda del Norte están más que asegurados.
Si salimos desde la estación de tren de Derry-Londonderry, la ciudad amurallada, seguiremos el curso del río Foyle dirección norte, atravesando campos muy, muy verdes y aproximándonos a la costa. Antes de llegar a Coleraine, podremos parar en Castlerock y acercarnos a contemplar el templo de Mussenden, con su belleza circular asomándose al acantilado; y pasear por Benone Strand, una de las playas más largas y vírgenes de Irlanda. Las vías del tren discurren junto a la arena, por lo que durante el trayecto se obtienen unas vistas espectaculares. En Colaraine nos esperan también la orilla del río Bann, deliciosa para recorrerla a pie, y sus calles de estilo georgiano. Es, además, un punto estratégico desde el que explorar la Ruta Costera de la Calzada.
Más información: www.translink.co.uk
Recorriendo la bahía de Dublín a bordo de los Cercanías dublineses
La línea ferroviaria que recorre la Bahía de Dublín de norte a sur se llama DART (Dublin Area Rapid Transit). El recorrido ofrece unas vistas maravillosas del litoral y nos permite descubrir preciosos rincones y pueblecitos cerca de Dublín sin necesidad de conducir, ideal para estirar un par de días nuestra estancia en la capital irlandesa. Si decides ir hacia el sur podrás llegar hasta Bray, ya en el condado de Wicklow, o quedarte dando un paseo por Dún Laoghaire (Dun Leari es como se pronuncia). La ciudad aún conserva un encantador ambiente de la época victoriana, cuando se convirtió en destino turístico gracias a la construcción de su puerto y a la conexión por tren con Dublín (fue el primer ferrocarril de la isla).
Desde la estación de tren de Tara Street, en el centro de Dublín, también podemos coger uno de estos Cercanías irlandeses en dirección norte y acercarnos a conocer Howth, una joya marinera de espectaculares acantilados y excelentes marisquerías. Es uno de los lugares preferidos por los dublineses para pasar un día al aire libre. La ruta de los acantilados de Howth es un must que nadie debe perderse. Otro de los atractivos de Howth son su castillo y el Museo Nacional del Transporte. A bordo del DART también podemos optar por viajar un poco más al norte y llegar hasta Malahide, famoso por su castillo, su playa, sus cafés y sus pubs. Allí también se puede visitar el Casino Model Railway Museum.
Más información en www.irishrail.ie/en-ie/
Desde Cork hasta Cobh para conocer la última escala que hizo el Titanic
Perfectamente conectada por tren y por avión, Cork es una de esas ciudades joya que todo el mundo debería conocer. Animada, cosmopolita y con una interesante oferta cultural y gastronómica, Cork se encuentra situada en una isla en medio del río Lee, en el sur de Irlanda. Parada obligada para todo viajero foodie es su Mercado Inglés, donde se venden productos tradicionales de la cocina irlandesa y exquisiteces de todo el mundo, así como su Museo de la Mantequilla. Otro gran atractivo de la ciudad es Crawford Art Gallery.
Veinticinco minutos en tren separan Cork de la localidad de Cobh, el último puerto que tocó el Titanic. El trayecto es realmente bonito. Tip interesante: intenta sentarte junto a la ventana para disfrutar aún más de él. Una vez en Cobh, te encantarán sus fachadas de colores, el castillo de Blarney y la catedral de St Colman, así como Titanic Experience Cobh, un museo interactivo situado en el mismo edificio de la compañía White Star Line en el que se vendieron los últimos billetes para la trágica travesía. Todo un viaje al pasado.
Más información en www.irishrail.ie/en-ie/
De Downpatrick a la Abadía de Inch, un viaje que fascinará a los fans de Juego de Tronos
¿Te gustaría viajar alguna vez en un ferrocarril vintage impulsado por una locomotora de vapor? ¿Eres además fans de la serie Juego de Tronos? Pues prepara el doble check porque en Irlanda tienes EL recorrido. Desde Downpatrick, lugar de peregrinación en Irlanda por ser el lugar donde está la sepultura de San Patricio, patrón de la isla (qué más podemos pedir ya), un ferrocarril vintage impulsado por una locomotora de vapor nos llevará con su suave traqueteo hasta la Abadía de Inch, el impresionante conjunto en ruinas que aparece en Juego de Tronos. Es The Downpatrick & County Down Railway (DCDR).
Son sólo 10 minutos de trayecto, pero vaya si merecen la pena. El recorrido ofrece unas vistas excepcionales de las montañas de Mourne, Geoparque Mundial de la UNESCO. Se trata de un lugar de gran belleza natural. Sirvieron de inspiración a CS Lewis para escribir Las crónicas de Narnia y también se han rodado allí escenas exteriores de Juego de Tronos. Son, además, las montañas más altas de Irlanda del Norte. Un paraíso para senderistas y amantes de los grandes paisajes. El tren se encuentra actualmente cerrado por obras, pero volverá a estar operativo a partir de septiembre.
Más información en www.downrail.co.uk/
Waterford & Suir Valley Railway: el proyecto que recuperó parte de una histórica línea férrea
Cuarenta y seis kilómetros formaron en su día la histórica línea Waterford-Dungarvan, clave para la conexión de viajeros entre Londres y Killarney —localidad que la reina Victoria puso de moda como destino de vacaciones— y la primera de Irlanda en tener vagones restaurante de lujo. Hablamos del siglo XIX y de una línea que también fue importante para las comunicaciones por carta, ya que se utilizaba para transportar correo desde Reino Unido e Irlanda hasta América a través de Cobh.
La línea férrea quedó completamente abandonada, pero dos proyectos recientes han recuperado su esencia: la Vía Verde de Waterford, una ruta ciclista y de senderismo que sigue el trayecto original, y Waterford & Suir Valley Railway, un ferrocarril de vía estrecha que de abril a septiembre realiza un viaje de 12 kilómetros (14 los domingos). Cuarenta minutos preciosos para disfrutar de la belleza del entorno: el río Suir, las tierras de cultivo de la zona y la propia Vía Verde. Los vagones fueron especialmente creados para este proyecto y están parcialmente descubiertos, para disfrutar aún más del paisaje. Este peculiar tren viaja desde Kilmeadan a Bilberry, en las afueras de Waterford. La estación de Kilmeadan, cerrada a los pasajeros en 1967, ha sido restaurada con piezas originales y el antiguo letrero, que data de 1878. Allí mismo se ha instalado también una pequeña tienda de souvenirs y un café con un nombre de lo más evocador: The Whistlestop.
Más información en www.wsvrailway.ie/
Dublín-Rosslare: un viaje hasta el Ancestral Este de Irlanda
La línea ferroviaria entre Dublín y Rosslare, al sureste de la isla, es otro de los trayectos ferroviarios más pintorescos de Irlanda. La primera parte discurre cerca de la costa. Los puntos más destacados incluyen la bahía de Killiney, los túneles alrededor de Bray Head, la vista de la playa de Leamore Strand y los bosques de Rathdrum, en el condado de Wicklow. El viaje continúa después más por el interior y nos permite llegar hasta la localidad de Enniscorthy, con su castillo del siglo XIII, Wexford y el Parque del Patrimonio Nacional Irlandés, el espectacular museo al aire libre del Ancestral Este de Irlanda que nos descubre 9.000 años de fascinante historia.
El viaje completo dura aproximadamente tres horas y finaliza en Rosslare. Hasta allí llegan también los ferries de Brittany Ferries, que unen Irlanda con España, Francia y Gales. Rosslare puede presumir también de ser el lugar más soleado de Irlanda, con 300 horas más de sol que la media nacional.
Más información en https://www.irishrail.ie/en-ie/